A través del tiempo han surgido distintas opiniones con respecto a lo que es y no es la hipnosis, así como a sus inicios. Se cree que el hombre primitivo usaba estos estados para muy diversos fines de acuerdo al sistema de vida de aquellos tiempos. En la antigüedad, la hipnosis estaba reservada a algunas culturas, destacando entre ellas Egipto, Grecia, Caldea, Persia, China y la India. Por otro lado, mencionamos diversos pueblos de África y tribus de Oceanía, donde se han encontrado elementos hipnóticos. Estas técnicas sólo podían ser ocupadas por las jerarquías religiosas.
Se cree que los egipcios consideraban que estos estados constituían efectivos métodos místicos de terapia alternativa. El famoso papiro de Ebers, que data aproximadamente del año 1500 a.C., describe procedimientos muy similares a la hipnosis moderna.
Los antecedentes de la Hipnosis, varían, de acuerdo al punto de vista de cada autor, por su parte M. Ptewingel Grobbe (1992) comenta que quien alguna vez visitó la clásica Grecia, habrá visto u oído de los Templos de Sueño. Los asiros y los persas creían que con la fuerza de la mente se podían magnetizar personas y también objetos materiales.
En la India se originó el sistema yoga como método de autorrealización, y en otro país y cultura milenaria como es China, también fueron utilizados con fines ceremoniales y rituales colectivos los estados alterados de conciencia.
Hace unos 200 años que la hipnosis se somete a exhaustivas investigaciones científicas, y fue a mediados del siglo XIX cuando el médico inglés James Braid (1795-1860) introdujo el concepto. Pero el estudio científico decisivo de este fenómeno, es decir, de la forma de predisponer a la persona en cuestión o paciente a determinadas influencias, se desarrolló entre los años 1850 y 1980. Entre esas influencias se cuentan la concentración y recuerdo limitado, la sugestión de determinadas ideas, reacciones y sensaciones, así como también cambios corporales.